jueves, 13 de febrero de 2014

"Cásense por amor, no por interés"; la historia de Adela y Raúl

Archivo.
El amor, ese sentimiento que nos alegra y estremece.   El escritor Samuel Johnson define al amor como  “la sabiduría en los locos y la locura en los sabios”. Este 14 de febrero se celebra en nuestro país el Día del Amor Y La Amistad, también conocido como San Valentín.

Adela Sánchez Medina y Raúl Aviña Calderón, son una pareja que ha permanecido durante más de 50 años juntos, han sobrevivido diferentes obstáculos durante el transcurso del tiempo para poder formar la familia Aviña Sánchez.

Entre fotografías enmarcadas y canciones Adela recuerda el momento cuando se conocieron en su lugar de origen en una fiesta alrededor de los años 60.

 “Yo lo conocí cuando yo tenía 15 años en una fiesta, ya ves que se juntan de muchas partes yo era de rancho  y era la fiesta del 12 de enero de Ecuandureo, le hablan a uno muchos muchachos y se usa que dan flores te avientan muchas lluvias, serpentinas y yo me lo encuentro, y ya ves que a uno le gusta lo más tremendo, dimos la vuelta y fuimos a los juegos, quedo de venir a verme pero en un año nunca vino”.

Cupido los flecho ese mismo día, sin embargo el destino los hizo esperar para estar juntos y Adela jamás perdió las esperanzas de volver a ver aquel hombre que le había robado el corazón a los 15 años”.

“Al siguiente año volví a la fiesta, y allá miré a unas muchachas y les pregunté por él, y les dije se llamaba Raúl y me dicen “ya se casó”, será Raúl Naranjo y se acaba de casar y pensé pues ni modo, al año siguiente en la fiesta se me arrima y le digo retírese por que usted ya es casado y él me juraba que no, quería ir a la iglesia para jurarme que no estaba casado”.
Raúl y Adela fueron educados dentro de una cultura muy conservadora en la que estaba prohibido cualquier clase de contacto físico antes del matrimonio, lo que orilló a la pareja a casarse.

 “En la fiesta esa fuimos al cine, y me agarró la mano y yo dije ya no soy señorita y ándale que yo me sentía tan comprometida y tenía mucho miedo de casarme con él y me fui porque mi papá ya era duro con nosotros y yo pensé que si me iba a pedir me medio mataba, antes había mucha delicadeza me fui con él, el 4 de marzo el 11 me case al civil y el 31 a la iglesia”.

Fueron buenos tiempos para la pareja, la llegada de su primer hijo reforzó el amor que sentían y tiempo después llegaron otros dos, sin embargo dentro de cualquier relación siempre hay obstáculos.
 “El fue bueno, era borracho, vago lo que tú quieras pero él era bueno conmigo, aunque ya después asistió en estados unidos y nos mandábamos cartas, antes cual teléfono eran puras cartas y cada mes iba y venía la carta y así vivíamos felices, con respeto aunque estuviera uno solo decía mi mamá que era más delicada una mujer casada que se tenía que cuidar más que una muchacha”.

El tiempo pasa rápidamente y las cosas cambian, pero para Adela el amor que siente por su marido jamás ha cambiado a pesar de que jamás celebraron un San Valentín pues él le demostró día con día cuanto la quería”.

 “Para ir a mi rancho no entraban camiones, tenían que atravesar el cerro por el otro lado y buscar la entrada caminando, él cuando nos volvimos a ver ya contaba el año desde el año pasado y me dijo, ya somos novios, nos casamos  rápido nos vimos en enero y en marzo nos casamos”.

Después de 52 años de matrimonio, cientos de recuerdos, hijos y familia, lo único que queda de acuerdo con Adela, es la satisfacción de  hacer las cosas por amor y entregarse a una persona desinteresadamente.

 “Yo les aconsejo a todas las muchachas cásense por amor no por interés, porque casándose por amor  aguanta uno todo, como yo”.

El día de San Valentín es celebrado mayormente en América con la finalidad de que las parejas refuercen los vínculos sentimentales que los unen.
Viviana Cervantes



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