Un 18 de marzo de
1938 se nacionalizó a la industria petrolera en México, lo que significó liberar el petróleo de manos extranjeras y
así poder crear refinerías para que los mexicanos fueran los únicos que
explotaran este recurso.
La expropiación del
petróleo fue el resultado de pérdidas económicas en la producción de barriles
en nuestro país y las quejas de los empleados petroquímicos durante más de
quince años, ya que las condiciones laborales eran insalubres y la mayor parte
de las ganancias pertenecía a los extranjeros.
En 1938, el
presidente Lázaro Cárdenas propuso
una negociación con la inversión extranjera y privada en la que pretendía pagar
impuestos y derechos por cada litro de petróleo, sin embargo la propuesta fue
rechazada por lo que se decidió reglamentar el uso de este combustible.
Y fue así que
decidieron estipular en el artículo 27 de la Constitución Mexicana que los
recursos naturales encontrados en territorio mexicano eran pertenecientes a la
nación, el Licenciado en Derecho, Salvador
Ríos explica.
“Corresponde
a la nación el dominio directo de todos los recursos naturales de la plataforma
continental que en betas, mantos o yacimientos sea distinta de los componentes
naturales, tales como minerales de los que se extraigan en la industria
petrolera como las piedras preciosas y las harinas formadas directamente por
las aguas marinas, los productos derivados de la los yacimientos minerales de
ser utilizados como fertilizantes y el espacio situado durante el territorio
nacional y el derecho que firmen”.
Para resguardar este
acuerdo, en Junio de 1938, se creó la industria paraestatal Petróleos Mexicanos (PEMEX), la cual se encargó de administrar cualquier refinería y material
extraído de tierras mexicanas.
Actualmente el
petróleo es el principal sostén económico de nuestro país, de acuerdo con el INEGI se encuentra en el cuarto lugar
de producción mundial con más de 300 mil barriles por día.
La expropiación
petrolera cambió el destino económico de nuestro país a nivel mundial y en
México se encuentra el monumento a la industria petrolera hecho por Juan Fernando Olaguibel en 1952 a forma
de reconocimiento por este día.
Viviana
Cervantes
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