Las empanadas son
típicas en la temporada de Semana Santa, debido que los viernes de
cuaresma los católicos no comen carne, por lo que es necesario sustituir los
platillos típicos de carne de res o de cerdo, por comidas que contengan otro
tipo de carne como la del pescado o algunos mariscos.
Lliana Clemente,
siguió los pasos de sus padres y se dedicó a la panadería igual que ellos,
actualmente se dedica a producir diversos tipos de pan.
Por iniciativa
propia en la Semana Santa del año pasado vendió empanadas afuera del templo del
Señor de la Misericordia, pensando en que se vendería tanto como en
Guadalajara.
Sin embargo no fue
así, pues en Ocotlán, no se sigue la tradición de comer empanadas por éstas
fechas, así lo expresó la panadera.
“Aquí
en Ocotlán no existe la tradición de relacionar las empanadas con en este caso
como en Guadalajara que en los viernes se vende, sin embargo si he tratado de
aumentar la producción en esos días”.
Las empanas
dulces, que vende Iliana, suelen ser las tradicionales: en forma de triangulo
isósceles escarchadas en azúcar de grano. En donde la base del pan es más
blanda que los otros dos lados, mismos que son más duros y con forma de espiral
alargado.
Sin embargo las
empanadas saladas en lugar de azúcar llevan barniz de huevo que con el
calor del horno le dan a las empanadas una vista brillante y acaramelada.
Iliana cuenta la
variedad de sabores que ella ofrece en éstas fechas.
“Atún y
rajas, el año pasado de camarón, había más variedad y de las dulces hay de
zarzamora, camote, calabaza, fresa, nuez”.
Para ser su primer
venta en el centro de la ciudad, a Iliana, le fue bien pues vendió la mayor
parte de su mercancía, y dijo que a pesar de que esperaba más venta, no
se desanimó, pues sabe que primero la gente debe acostumbrarse a la venta de
empanadas a fuera del templo.
Jessica Padilla
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