martes, 7 de febrero de 2017

De acuerdo con estudio el 28% de los habitantes de Agua Caliente, Poncitlán, tienen daño renal

Foto: Natalia Martín del Campo
Luego de cuatro meses transcurridos tras haber iniciado con el nuevo protocolo de investigación en la comunidad de Agua Caliente, Poncitlán, el equipo de investigadores de la Universidad de Guadalajara (UDG), encabezado por el profesor Felipe Lozano Kasten, concluyeron con la primera etapa del estudio con el análisis de las muestras de orina, donde los resultados arrojaron que 270 personas tienen daño renal, lo que representa el 28.4% de los 950 habitantes del poblado.
El investigador del Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Felipe Lozano Kasten, explicó que la siguiente etapa será analizar muestras de sangre para identificar el grado de daño renal en las personas:
“De los 950 o de los que participaron, 270 individuos tienen algún leve o ponderado daño renal. Entonces estos 270 individuos ahora los tenemos que clasificar para ver el grado del daño renal, siempre y cuando ellos decidan seguir participando. Entonces estamos en esa etapa tomando muestreos de sangre para hacer la evaluación del daño renal”.
De acuerdo con Lozano Kasten y su equipo de investigadores, los resultados obtenidos en la primera etapa del estudio señalan que el daño renal ha sido identificado mayoritariamente en niñas y niños que tienen edades entre los cinco y nueve años, pero todavía no han encontrado la explicación a ello.
Además de estudiar la salud de los pobladores, los investigadores de la UDG continúan con el análisis de agua, tierra y aire para encontrar las posibles causas de los daños renales en la población, así lo mencionó Lozano Kasten:
“Seguimos estudiando cuál puede ser la causa. Estamos estudiando los metales pesados en el agua, en la tierra, en el aire, en las personas, pero nosotros hemos planteado que es multifactorial y no es una sola causa. La gente dice que es el agua de los pozos. Nosotros entramos con la idea de que es multifactorial, tiene que ver la pobreza, la desnutrición, la marginación, el acceso a los servicios de salud, y todo eso lo estamos estudiando”.

En las siguientes etapas del estudio, los investigadores de la UDG tomarán muestras de sangre a las personas que fueron detectadas con daños renales, y posteriormente identificarán el grado de afectación para generar un proceso de atención médica acorde al daño de cada persona.
Martín Navarro.

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