martes, 11 de marzo de 2014

Refugio Lomelí, la mujer que ayuda al las personas de la tercera edad

San Martín de Zula es una localidad que hasta 2010 contaba con 2 mil 428 habitantes según el Consejo Estatal de Población. Esta es una de las localidades más cercanas a la cabecera de Ocotlán, sin embargo, también una de las más olvidadas por las autoridades.
En ella vive doña María del Refugio Lomelí, una mujer que voluntariamente ayuda a los adultos mayores desprotegidos de la localidad a realizar sus trámites de jubilación, pensión o cualquier otro apoyo que el municipio de Ocotlán les comunique.
Dijo que cada semana, los jueves a las 5:00 de la tarde se reúne con los “señores”,como les dice a los adultos mayores, y los ayuda a realizar ejercicios y les lee textos que los ayudan a sentirse integrados en la sociedad. Su único pago es el afecto de sus oyentes.
 “Los pongo a hacer ejercicios, les doy pláticas voy a sus reuniones, para no moverlos, yo voy a Ocotlán, para qué ellos no vallan porque son adultos mayores y no puede…yo me encargo de mi comunidad de santa clara y a veces apoyo a San Martín de Zula, y  también estoy en lo de despensas y leche, del DIF”.
Doña María dijo que ninguna Institución le apoya para llevar a cabo su labor, que su esposo, es quien le ayuda a proporcionar  recursos económicos para la manutención de su casa, así como para los estudios de su hija menor que cursa la preparatoria, y además le ayuda con los gastos que implica cuidar a los Señores.
 “Yo no recibo sueldo ni salario soy voluntaria, a mi no me pagan un sueldo, solamente apoyo a mi comunidad para que mejore…a veces de mi bolsa sale para hacer los trámites de mi esposo es el único que me apoya”.
Dijo, que agradece mucho al Ayuntamiento de Ocotlán, por otorgarle un reconocimiento como una mujer sobresaliente en el municipio, pero reconoció que lo que más le llena de satisfacción es recibir muestras de cariño y agradecimiento por parte de los adultos mayores de  Zula.
 “Con mucho cariño y es lo que yo me siento muy orgullosa y cuando yo coy a las partes me ven y me quieren mucho, cuando íbamos a Ocotlán les tenía que contratar camión para llevarlos y pues me miraban y me abrazabas y me sentía muy feliz, y me llevo el orgullo de no esperar nada a cambio más que cariño”.
Doña María tiene 49 años  de edad, de ellos, siete años ha colaborado con sus “señores” y aseguró que mientras  sus familiares la sigan apoyando, seguirá cuidando a los adultos mayores de Zula.

 Jessica Padilla

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