Desde
el año 2007, más de 400 ex trabajadores de Industrias Ocotlán, buscaron, primero, que les pagaran los sueldos y prestaciones que les debía el
fallecido y ex propietario de Industrias Ocotlán, Isaac Saba Raffoul, luego, que
se les liquidara como marca la ley, tiempo después, pidieron que las
propiedades y la fábrica fueran cedidas como propiedad de todos los
trabajadores debido a que la mayoría de ellos no recibieron los pagos correspondientes.
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Cinco
años después, en el año 2012, los bienes de Industrias Ocotlán fueron cedidos a los
trabajadores que no recibieron los 80 o cien mil pesos que los herederos de
Saba Raffoul, ofrecieron a los trabajadores de más de 30 años de antigüedad.
Entre
los bienes recuperados se encuentran un terreno colindante a la Unidad Deportiva Sur de mil
97 metros cuadrados, mismo que genera un impuesto bimestral ante la Comisión
Nacional del Agua de 22 mil 724 pesos que los trabajadores
deberán pagar para posteriormente poder venderlo.
También
son parte de los bienes el recinto del Sindicato de Trabajadores de la Sección Ocho, mismo que fue descontado de la nómina de los trabajadores en su creación en el año de 1986 y que fue abierto para el uso de los trabajadores
el 20 de septiembre de 1987.
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Los trabajadores señalan a su ex representante sindical, Felipe
Velázquez Hernández, como un “saqueador” que ha vivido a costillas de ellos
durante estos dos años pues
aseguran que ha robado la fábrica y además llegó a mantener sembradíos dentro de
los terrenos de la fábrica, actividad que ningún trabajador autorizó y de la cual no recibieron ganancias por la venta de las mercancías; así lo aseguró un
ex trabajador que no quiso dar su nombre por temor a represalias por parte de
Velázquez Hernández.
“Pocas
veces entraba yo a ver nuestro patrimonio, esa vez decidí
entrar y los compañeros que daban el rondín con Felipe no quería que los
acompañara, di el rondín y ahí fue donde yo vi que había plantas de chile, de
jitomate y de cacahuate. Cuando vino el compañero Felipe le pregunté
que quién le había dado permiso y dijo que él tenía todo el poder de hacer lo
que él quisiera”.
El
pasado 23 de marzo de 2014, los trabajadores decidieron desconocer a Velázquez
Hernández como presidente de los sindicalistas, por sus malos manejos, aseguran
los trabajadores.
“Porque
era un grupo de compañeros que se repartían todas las cosas y que nos
pertenecían a todos en general, si nos quitaban algo era parejo, es el coraje de nosotros, muchos vieron muchas cosas pero no hablan por temor a represalias, porque ya nos toca salir pensionados y uno tiene miedo
que no lo apoyen con el seguro”.
El 6 de abril nuevamente los sindicalistas de la Cooperativa, decidieron reunirse
para dar seguimiento a los acuerdos realizados el 23 de marzo y el 3 de
abril de 2014.
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Luego
de finalizar la sesión, en donde dieron a conocer que los fondos de los
trabajadores ascienden a mil 84 pesos, con 40 centavos, y asentar que de ahora con
la nueva comisión instituida, el gobierno de Poncitlán los podrá apoyar con
rondines de policías para evitar los saqueos que aseguran han sufrido en los
últimos dos años, los sindicalistas decidieron sacar a los trabajadores que
cuidaban de la fábrica ubicada en la carretera Santa Rosa-La Barca, para que
quedara cerrada y nadie pueda entrar o salir. Esto,
mientras se realiza un nuevo inventario para conocer si Velázquez
Hernández saqueó en verdad la fábrica, y de ser así, obligar a pagar a los
trabajadores lo que haga falta, así
lo dio a conocer el Secretario General del Consejo, Carlos Cruz.
“En
su momento cada quién va a tener lo que le pertenece de acuerdo a lo acordado con los demás trabajadores”.
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Por
su parte el ex representante sindical dijo que procederá conforme a derecho, ya
que no reconoce la asamblea que realizaron en días pasados la mayoría de
trabajadores.
Los trabajadores, no incluirán en las guardias a las viudas e hijos de trabajadores fallecidos, sin embargo, sí asistirán todos los que aún trabajan en otros lugares y son jubilados. Algunos con las manos hinchadas o con deformidades por los 30 años de trabajo, otros con dolores de espalda que les dejaron las jornadas laborales, unos más con dolores en los pies, problemas de vista y de oído, pero todos con el afán de rescatar lo que es suyo desde el 8 de mayo de 2012.
Jessica Padilla
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