miércoles, 5 de noviembre de 2014

Realizan muestra de altares en el CUCiénega



Este martes se realizó en el Centro Universitario de la Ciénega, la exposición de altares de muerto a cargo de estudiantes universitarios, como parte de las actividades en conmemoración al 2 de noviembre.

Fueron 20 altares en honor a actores y cantantes de la época del cine de oro, escritores familiares, y personajes pioneros en la historia de la Universidad de Guadalajara, donde también realizaron la muestra de un altar en apoyo a los 43 normalistas desaparecidos en Ayotzinapa, Guerrero.

Al finalizar la muestra, premiaron a los tres mejores lugares entre los que destacó el homenaje a Mario Moreno ‘Cantinflas’, a cargo de estudiantes de la licenciatura en Negocios Internacionales. Habla, Fernando Alejandre.

“Nuestro altar está dedicado a Mario Moreno, y lo que nos inspiró es que un personaje ícono del cine mexicano. Por su carisma y todos nosotros nos hemos identificado mucho con él. Es un personaje que ha estado con nosotros a través de las generaciones que lo hemos conocido s través de nuestros papás, de nuestros abuelos, pues creímos con Cantinflas”.

Los ganadores expusieron que en aras de rescatar la cultura y tradiciones mexicanas, basaron su altar en la representación de las virtudes y pecados del ser humano, el cual les tomó la participación de más de 30 estudiantes y una preparación por casi ocho horas, y un costo superior a los mil 500 pesos.

‘’Pues era algo tradicional, hicimos un altar de siete pisos, lo elaboramos con cajas y mesas y pues tratamos de incorporar todos los elementos que se apegan a la tradición de los Altos de Jalisco y estaba en forma de pirámide, diciendo que los siete pisos significaban los siete pecados capitales de un lado porque del otro lado representaban a las siete virtudes del alma”.

El concurso de altares se realiza anualmente en el Centro Universitario de la CiénegaAdemás de su construcción, los estudiantes musicalizaron los altares con canciones de los honrados en una exposición que duró por más de cuatro horas. 


 Román Palomar

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