Lea: Serial parte 1:Comedor San Francisco de Asís cumple 22 años en servicio sin apoyos ni subsidios
A las tres de la tarde de manera
religiosa, la señora Silvia Magallón sale en su camioneta pick up,
para repartir comida en las colonias limítrofes de Ocotlán; como lo son La
Primavera, Centro de la ciudad y Lázaro Cárdenas en donde distribuye alimentos
preparados.
Fotografía: Humberto González |
Siempre acompañada por otras
personas, la señora Silvia maneja mientras que en cada punto de encuentro sus
asistentes se encargan de repartir la comida preparada que se distribuye en
baldes de 20 litros en donde se encuentran los guisos que alimentan un
promedio de 300 personas que prepara en el albergue y comedor “San Francisco de
Asís”.
“En las cubetas que traemos, les
servimos la comida, yo las recojo en la mañana y al personas que nos
ayudan como la muchacha que está arriba de la camioneta que es de las personas
que nos apoyan con repartir la comida”.
La mayoría de las personas que
reciben la comida son madres acompañados de sus hijos o personas de la tercera
edad. Al llegar la camioneta en los puntos de encuentro y repartición, es usual
encontrar más de 20 personas que llegan sus recipientes para llevarse sus
alimentos.
Magallón aseguró que poca gente va a
comer al comedor, los que suelen hacerlo, en ocasiones son los migrantes quienes
con frecuencia llegan en horarios en donde ya no tiene comida, por lo
que en ese caso les permite que puedan comer en su casa o les facilita dinero
para que puedan comprar cena; como tostadas o flautas.
“A veces me dicen; sabe Madre hoy no
tenemos nada para comer entonces dentro de lo que puedo hacer de comer yo les
preparo algo de mi casa como frijoles con queso o en todo caso yo les doy
dinero para que puedan comprar algo porque enfrente de mi casa venden cena”.
En el municipio de Ocotlán
existen otros tres comedores, pero la señora Silvia Magallón aseguró que no
tienen ningún tipo de conexión con ellos también aclaró que no tienen ninguna
relación con grupos políticos o religiosos; dice que es raro que reciba por
medio de una donación una botella de aceite, fuera de que en el mes de
diciembre recibe dádivas de las empresas como Celanese o la fábrica de la
Nestlé.
Humberto González
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