Archivo (Foto Natalia Martín del Campo) |
De acuerdo con la Secretaria de Salud Jalisco, el agua distribuida en
los poblados de Poncitlán registró la presencia de metales pesados, sin embargo
el investigador del Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Felipe Lozano
Kasten, explicó que él tiene copias de los estudios que hizo la Secretaría de
Salud en los últimos cinco años y en ninguno se detectaron metales pesados:
“Se han hecho ya por los últimos cinco años una serie de estudios y los
resultados los tiene la Secretaría de Salud desde hace cinco años, yo tengo
copia por eso me extraña que digan que ahora sí lo encontraron y en las copias
que tengo no lo han encontrado. Hay más demandas, hay más cosas, no nomas es el
momento; esa zona se ha estudiado durante cinco o más años y la CONAGUA, otros
investigadores y laboratorios privados tiene muchos datos y hasta ahorita no se
ha encontrado uno que diga que es la causa”.
Lozano Kasten y su equipo de trabajo realizaron los análisis pertinentes
en el agua del Lago de Chapala, garrafones de las personas y en el pozo del
poblado de San Luis del Agua Caliente y no encontraron metales pesados que
provoquen las enfermedades renales que padece una parte de la población.
El investigador CUCS mencionó que
es una situación más compleja porque los malestares pueden provenir de
partículas de la tierra o el aire y además el 60% de los niños están
desnutridos:
“Es una situación compleja, el 95% de las madres cocinan con leña desde
hace decenas de años y los niños están pegados inhalando el humo y en ese humo
van partículas que producen las lesiones también. En la tierra en la que viven
estas gentes hay plomo, y luego el porcentaje de niños desnutridos es amplio,
más o menos el 60%, y son más susceptibles a muchas cosas. En las escuelas ya
los pesamos y medimos a todos: primaria, secundaria y kínder; o sea esto es más complejo que decir que entra
agua y salen niños con insuficiencia renal”.
Lozano Kasten indicó que el plomo y el cadmio son los únicos metales
pesados que pudieran ser la causa de las enfermedades renales de la población
siempre y cuando rebasen el porcentaje establecido por la norma oficial, ya que
de lo contrario ninguno tiene el nivel tóxico para producir insuficiencia renal
en niños y adultos.
Martín Navarro
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