martes, 20 de septiembre de 2016

Los ocotlenses apartan sus espacios para recibir la entrada de las fiestas del Señor de la Misericordia

Los ocotlenses comenzaron a colocar sus sillas en las calles del municipio para apartar un lugar en primera fila donde puedan observar cómodamente la entrada de los gremios que se realizará el día de hoy 20 de septiembre. Los ocotlenses tienen la tradición de acomodar sus sillas en las banquetas de las calles por donde desfilarán los diferentes gremios para vivir de manera más cercana la ceremonia en conmemoración de las fiestas del Señor de la Misericordia.
Foto: Martín Navarro. 
La ocotlense, Claudia Estefanía Íñiguez, mencionó que su familia ha seguido la tradición de colocar las sillas desde antes de que ella naciera y la ha continuado con sus hijos:
“Esto ya viene de años atrás. A mí mis papás así me traían a ver y ahorita yo traigo a mis hijos. Yo creo que es para asegurar el lugar más que nada porque se amontona toda la gente. Imagínate soy de aquí, aquí nací, entonces tengo toda la vida con esta tradición”.
Por otro lado, Christian Miguel Vázquez Castillo, comentó que el propósito de apartar un lugar desde un día antes lo hacen con la finalidad de tener un lugar exclusivo para los mayores de edad y los niños de su familia:
“Para apartar lugar porque mañana ya ni se puede ni caminar. Nosotros tenemos niños chiquitos y la idea es que ellos estén más cómodos y las señoras también porque a veces tenemos familiares mayores que ocupan estar sentadas. Y la verdad se llena totalmente aquí, esa es la idea que las señoras y los niños se sienten. Uno como sea puede estar parado, pero las señoras adultas pues quieren venir a presenciar el desfile y estar cómodamente”.
La familia de Vázquez Castillo lleva más de 25 años seguidos con la tradición de apartar su espacio con las sillas y comentó que nunca les han robado. Año tras año  apartan con cinco o siete sillas para que alcance toda su familia y se puedan intercambiar los asientos entre unos y otros para descansar las piernas.
Foto: Martín Navarro
Por su parte, Claudia Estefanía Íñiguez señaló que un día previo a la entrada de los gremios llevan sillas usadas y desgastadas por si hubiera algún robo, pero al día siguiente llevan las más cómodas que tienen en sus casas:
“De todas maneras tratamos de poner sillas que casi no nos sirvan y ya mañana ponemos las que sí nos sirven. Pero nunca nos han robado nada. Así ya quitamos éstas y ya mañana nos traemos las otras”.
De acuerdo con los entrevistados, la tradición de las sillas inició con el objetivo de tener una mejor vista de la ceremonia de los gremios, y para evitar la fatiga de los adultos mayores y los niños porque el desfile dura más de dos horas. Además agregaron que el ayuntamiento nunca les ha cobrado por hacer uso del espacio público.
Martín Navarro.

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