En
Ocotlán, es la Sociedad Cooperativa de Transportes de Zula, la que se encarga
de trasladar a las personas desde la cabecera municipal, hasta las diferentes
delegaciones del mismo, o incluso a localidades de municipios vecinos.
Éste tipo
de transporte debe contar con taquillas para venta de boletos, servicios
sanitarios para que los usuarios de la terminal hagan uso de ellas sin costo
alguno, extintor de incendios instalados en lugares de fácil acceso e
instalaciones para personas con discapacidad.
Sin embargo,
ésta línea de camiones se encuentra deteriorada y la mayoría de las unidades no cumplen con los lineamientos que
la Ley de Movilidad establece.
“Con todos los socios tiene sus juntas para decir las exigencias que están
requiriendo las autoridades, pues aquí están una vaquita y están cambiando sus
unidades según como les va tocando la fichita, entre todos tienen que estar
haciendo una aportación para comprar unidades nuevas”.
La ruta tiene
su terminal en la calle de Ocampo, a la vuelta del nuevo edificio de Seguridad
Pública del municipio, en donde se encuentra la oficina de Vialidad
municipal.
Los
policías viales conocen el estado de las unidades y hasta el momento no han
buscado un acercamiento con los concesionarios de la ruta, aseguró Guzmán Díaz.
A pesar de estar ubicados a pocos metros
de la oficina de la ruta.
Desde las
7:00 de la mañana comienzan a salir las unidades por la calle de Ocampo, para
tomar la avenida Delgadillo Araujo, y finalmente seguir por Francisco
Zarco.
Hasta ahí
las condiciones de viaje son buenas: piso recién pavimentado con concreto
hidráulico y señalamientos viales. Pero todo llega a su fin después de pasar el
edificio del Centro Universitario de la Ciénega; poco a poco, se dejan de de
ver los señalamientos en el asfalto, y
mientras más camino recorre el camión, más se sienten los baches, las piedras,
las brechas, las zanjas, los hoyos, los socavones…
No
sorprenden las malas condiciones de los camiones, cuando uno viaja por las
terracerías en las que pasa ésta ruta para llegar a Zula, El Joconoxtle,
Tototlán, Poncitlán, y otras comunidades. En éstas condiciones, el transporte
Suburbano se vuelve doblemente inseguro, por las instalaciones del camión y por
las condiciones de la vialidad.
En cuanto
a los precios, la ventaja para los usuarios es que dentro del municipio, cobran
un peso menos que le servicio de transporte urbano. La desventaja es que por
tener la modalidad de “suburbano”, depende de la distancia el precio a cobrar,
mencionó Guzmán Díaz.
“Por eso está la acción esta de que así se maneja, y todos los operaciones
tienen que traer su lista de precios para cuando la gente tenga dudas, para que
no haya anomalías y que les digan que pueden quejarse y aquí estamos para
atender”.
Cada día,
los 35 camiones que componen la Sociedad, venden cien boletos cada uno; y cada tres días pagan de $600.00 a $700.00
pesos de gasolina y destina $600.00 pesos más para el conductor del camión.
Guzmán
Díaz dijo que a la asociación le gustaría ofrecer un mejor transporte pero que
con lo que ganan, no les alcanzan para comprar nuevas unidades y por ello no
cumplen con las exigencias de la nueva Ley de Movilidad.
En tanto, los
ocotlenses, así como los habitantes de Tototlán, y Poncitlán no cuentan con el
transporte que la Ley prometió para éste 2014, pues de acuerdo con ella, los
concesionarios del transporte público tuvieron que haber renovado sus unidades
antes del 31 de diciembre de 2013.
Jessica Padilla
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