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| Foto: Eduardo Cuevas |
Este lunes, feligreses de la parroquia del Señor de la Misericordia presentaron un oficio en el palacio municipal a fin de que el alcalde, Paulo Gabriel Hernández, tenga conocimiento de que debido a las actividades que el gobierno municipal realiza frecuentemente en la plaza principal así como en la explanada de la Casa de la Cultura, perjudica el turismo religioso ya que no permiten disfrutar de los templos y misas que ahí se llevan a cabo a causa del alto volumen que generan los eventos culturales y el poco espacio libre que dejan.
Una de las representantes de este sector de la población, que por motivos personales no quiso que se mencionara su nombre, explicó a detalle la problemática antes mencionada:
“El hecho de que es el año de la misericordia y ha habido muchas peregrinaciones a la parroquia, al santuario, ha habido un poco de molestia en los peregrinos porque regularmente se ponen toldos, entonces llegan varios camiones y no pueden pasar las personas, se quieren incluso tomar fotografías y pues los toldos impiden. Todo el trabajo que está haciendo la parroquia para atraer turismo religioso pues se ve opacado por estos aspectos, porque no tienen el espacio, no tienen la visibilidad y las misas no se escuchan por los eventos que hace afuera”.
Aunado a esto, la creyente agregó que a causa de la multitud de gente que llena la plaza Niños Héroes, impiden el paso a los vehículos que transportan los ataúdes para las celebraciones fúnebres, por lo que considera que se les falta al respeto a las personas que tratan de dar una diga despedida a sus familiares. Asimismo, argumentó que los juegos mecánicos obstruyen la visibilidad del templo y evitan que la gente pueda acercarse al mismo:
“El año pasado que se realiza la misa en la mañana, el 03 de octubre, había muchísima gente pero no podían ver, no podían estar cerca porque estaban esos juegos ahí. Entonces si saben que esto es tradicional, que tiene años que se realiza esta misa pues deberían ver ellos en dónde se realiza, no estamos diciendo que diario, pero sí reubicarlos”.
Se estima que desde diciembre del año pasado y hasta el mes de noviembre que termina el año litúrgico, cerca de 300 fieles por semana visiten el municipio para acudir a El Señor de la Misericordia, por lo que la representante mencionó lo que solicitan al primer edil:
“Nada más lo único que pedimos es que el espacio quede libre; que se pongan en la explanada, alrededor del kiosco, que se pongan en lo que es el malecón, no sé, que ellos vean porque ese es su trabajo, ubicarlos, nada más nosotros mencionamos esta inquietud que vemos que resulta molesto. Es independiente a la iglesia, nada tiene que ver que ellos nos obliguen o que nos digan, no, nació de nosotros por la incomodidad y porque vemos que se llevan una mala imagen de nosotros”.
El documento que le hicieron llegar al presidente municipal está firmado por alrededor de 150 personas, con lo que esperan que las autoridades tengan en cuenta este problema ya que es una de las ramas turísticas que buscan explotar y que de momento están perjudicando.
Eduardo Cuevas
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