Para dar la clausura a las fiestas en honor al Señor de la Misericordia en Ocotlán, se realizó una misa especial a cargo del Cardenal de la Arquidiócesis Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, quien dirigió un mensaje religioso a la ciudadanía para invitarlos a que continúen con las celebraciones del prodigio en los siguientes años porque es una tradición que ya ha sido impregnada en el municipio.
Robles Ortega mencionó que celebrar al Señor de la Misericordia tiene como significado la confesión pública desde su aparición en la fecha del 03 de octubre de 1847:
“Estamos reunidos esta mañana para celebrar a Jesucristo el Señor de la Misericordia. Al mismo tiempo que le reconocemos como el Señor de la Misericordia lo reconocemos como verdadero Dios que quiso hacerse verdadero hombre como nosotros, y morir y resucitar por nosotros. En esta fiesta confesamos públicamente todas estas verdades acerca de Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre muerto y resucitado por nosotros”.
El Cardenal de Guadalajara señaló que al celebrar al Señor de la Misericordia, las personas reconocen su condición de discípulos y discípulas del santísimo. Los feligreses que se dieron cita al acto religioso que da por clausurada las fiestas del municipio, comenzaron a ocupar sus lugares en la parroquia del Señor de la Misericordia desde una hora antes de que iniciara la misa para apartar su lugar.
La ceremonia inició a las 11:00 de la mañana en la parroquia. Todos los bancos fueron ocupados y algunas personas tuvieron que presenciar la misa de pie porque no había el espacio suficiente para toda la ciudadanía que se dio cita.
Así es como se dan por concluidas de manera oficial las festividades del Señor de la Misericordia que iniciaron desde el pasado 20 de septiembre con la tradicional entrada de los gremios, donde al final del recorrido se hace el juramento donde se comprometen a realizar las fiestas el siguiente año.
Martín Navarro
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