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| Internet: Imagen ilustrativa. |
La policía municipal de Jamay implementa patrullaje de vigilancia en coordinación con la Fiscalía General del Estado y el 92° Batallón del Ejército en la delegación de Maltaraña con motivo de la aparición de los cadáveres en las inmediaciones de la desembocadura del río Lerma y en el Lago de Chapala.
El director de Seguridad Pública de Jamay, Fidel Moreno Robledo, comentó que hasta ahora no tienen ningún reporte de personas desaparecidas en Jamay u otros municipios próximos que pudieran encontrarse entre los cuerpos que no han podido ser identificados, e indicó desconocer si el caso está relacionado con los cuatro hermanos desaparecidos, desde el mes de septiembre, provenientes de La Barca.
“No sabes que existan reportes de personas de La Barca, no tenemos denuncia de que exista alguien desaparecido en del municipio.Se ha informado a la población de Jamay que estén tranquilo que no hay peligro, que los cuerpos viene de río arriba, desconcemos su origen”.
Sobre la posibilidad de que se identifiquen entre las víctimas personas del municipio, el comisario de Jamay dijo que los pobladores de Maltaraña no les han notificado extrañezas o que existan reportes de secuestros o desapariciones en la delegación que ayuden a identificar que alguno de los cuerpos que han aparecido pueda ser de Jamay.
“Los pobladores de Maltaraña indican que hay normalidad, no hay nada que vean extraño porque en Maltaraña no hay reportes de que hayan secuestrado alguien o desaparecido alguna persona, es una área de las lejanías del municipio y está muy tranquilo ahí”
El titular de Seguridad Pública añadió que con el apoyo de la Fiscalía General y el Ejército no tendría que existir mayor preocupación en el municipio ribereño.
La Fiscalía General señaló que los responsables de asesinar a las personas cuyos cuerpos han aparecido en el río Lerma y el lago de Chapala, son las células delictivas los Bolillos de La Barca y los Bayos de Ayotlán. Además que señalaron la implicación de mandos policíacos de La Barca en el caso.
Humberto González.
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