Todas las mañanas desde
que sale el sol los pepenadores que viven en las rancherías cercanas al relleno
sanitario de Ocotlán, se alistan para ir a recolectar en costales: el plástico, metal, cartón y alambres que se
encuentran en el basurero. Sus manos y ojos son testigos fieles de todo lo que
pasa y recogen de las cientos de bolsas de basura, de los camiones y camionetas
que entran y salen para desechar los residuos.
Sin embargo, los camiones
recolectores de basura no son los únicos que desechan residuos en el vertedero
del municipio, puesto los hospitales mandan camionetas que parecen de civil a
desechar mangueras y jeringas e incluso los rastros próximos también depositan
los desperdicios de los animales.
La Norma Oficial Mexicana-083
señala que existen diferentes tipos de rellenos sanitarios, ya que los residuos
sólidos urbanos y los residuos peligrosos no pueden ser confinados en el mismo
sitio puesto que necesitan un tratamiento y manejo de operación diferente.
En este caso la NOM-085,
es la especializa a seguir para un buen
tratamiento y manejo de los residuos peligrosos. Un residuo peligroso se
caracteriza como: corrosivos, reactivos, explosivos, tóxicos para el ambiente,
inflamable y biológico-infeccioso.
Por otra parte el
proyecto ejecutivo del relleno sanitario, determinó en el apartado IV. Descripción
general del proyecto (Pág.2) el tipo de basura que sería desechada en el
vertedero, respondiendo únicamente a residuos sólidos urbanos, es decir, los
que son generados en las casas habitación, de uso doméstico.
La pepenadora doña Parchi
que lleva más de cuatro años recolectando el PET del basurero, mencionó a
través de una entrevista realizada por la reportera María Ramírez, el mes de
Junio del año pasado, que el hospital San Vicente en conjunto del Instituto
Mexicano del Seguro Social (IMSS) desechan residuos peligrosos e incluso
Osvaldo otro pepenador que labora ahí, confiesa que el recolecta las mangueras para venderlas ya se las
compran para reciclarlas.
Foto: María Ramirez Blanco. |
Según el encargo de
mantenimiento y operación del relleno sanitario de Ocotlán, Jalisco, Mario
González Závala, afirmó en junio del 2016 que el sitio (el basurero) no tiene
presencia de residuos peligrosos, sin embargo, aludió que un camión de
Guadalajara es enviado a Ocotlán para comprar los residuos de hospitales y
reciclarlos.
“A
veces una jeringa se encuentra uno, pero si trajeran todo eso para acá pos así
hirviera de agujas, de jeringas pero como que se recicla porque viene un camión
de Guadalajara y recicla, yo he visto que salen de ahí del hospital”.
Los encargados del
mantenimiento del relleno sanitario, González Závala y Manuel Mercado, mencionaron
en una entrevista realizada por María Ramírez en junio del año pasado, todo lo
contrario de lo que Eduardo Parra, declaró el 24 de septiembre del 2015,
durante su visita de inspección.
Primero señalaron que la
maquinaria D6 es rentada, que tiene un peso de 18 toneladas y media y por lo
tanto es apta para realizar la compactación de los residuos. Sin embargo
confesaron que no cuentan con un peso solicitado para compactar la basura, y
por último declararon contar con informes trimestrales para la Secretaria de
Medio Ambiente y Recursos Naturales
(SEMARNAT) y Ecología. Además de tener la aprobación por parte de la
Secretaria de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (SEMADET), Jalisco, en el
mantenimiento y operación del sitio.
Por otra parte el
encargado de Aseo Público, José Daniel Briones Rodríguez, registró del mes de
octubre 2015 a diciembre del 2016, las toneladas de basura que fueron
confinadas en el relleno sanitario. Durante todo el año pasado 44 mil 986 toneladas
de basura fueron desechadas, esto equivale a tres mil 749 toneladas mensuales;
120 por día.
Comparando los
porcentajes que la empresa MONTGOMERY WATSON México, S.A. de C.V. analizó y
estudió de los años 2002 al 2005, con la bitácora realizada por Daniel Briones,
el incremento de los desechos son mínimos en comparación de los años
transcurridos así la extensión de la población.
El número de población
que señaló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) para
Ocotlán, Jalisco en el 2005 fue de 89 mil 300 cuarenta habitantes, para el 2015
se registraron 99 mil 471 ciudadanos.
Foto: María Ramírez Blanco |
En cuanto a los informes
de actividades y a los monitores de líquidos lixiviados, biogás y acuíferos no
se cuenta registro puesto que no fueron anexados en la solicitud de información,
el gobierno de Ocotlán sólo entrego las bitácoras elaboradas por Briones.
La temporada de lluvia es
la más difícil para los pepenadores y para los habitantes de San Juan Chico,
puesto que la basura se llena de gusanos y el asunto se vuelve más oloroso no
sólo por el hedor que expide los desperdicios, sino también, por los restos de
animales que son desechados. Además al no haber un control de los líquidos
lixiviados, estos son filtrados en el subsuelo afectado el agua de pozo de las
familias de San Juan Chico.
Habitantes del ejido San
Juan Chico, Ramón Aranda Zaragoza, María Luisa Maciel Iñiguez y Verónica del Carmen Vázquez, declararon en una entrevista
realizada por María Ramírez en junio del año pasado, que el relleno sanitario
del municipio ha perjudicado a su colonia debido a la contaminación. Además de
recibir un servicio público poco eficiente ya que el camión recolector pasa
sólo una a dos veces por mes puesto que los ha llevado a quemar su basura o
pagar un servicio particular que deposite los desechos al vertedero, siendo que
ya pagan uno con sus impuestos.
“A
veces en la mañana se levanta uno y llegan los olores de allá para acá. Cuando
llueve es cuando huele más y escurren por las labores y como uno tiene sus
pozos se van filtrando”
Por otra parte
mencionaron la contaminación de las labores cercanas debido al escurrimiento
que sale del relleno sanitario. Agregando que el gobierno nunca cumplió con lo
acordado desde el inicio.
“Pues
aquí cuando lo hicieron dijeron que iban a poner mucha tierra y dijeron que lo
iban a tapar, pero nunca hicieron lo que acordaron en el trato”.
Foto: María Ramírez Blanco. |
“El
rancho les negó profundamente, les cerramos las puertas; aquí donde está la
tienda para arriba hay un portón, y le cerraron la entrada para que no pudieran
entrar al basurero porque por ahí la subida es del ejido, es de un rancho de
alguien del ejido. Entonces vino el gobierno y les tumbó con máquinas las
puertas, pero de todos modos abrieron por otro lado y le siguieron y pues ya no
les dijimos nada”
El artículo 4° párrafo
cuarto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece
como garantía individual y derecho fundamental de toda persona, el gozar de un
medio ambiente adecuado para su desarrollo y bienestar determinando así la
obligación del Estado y de los poderes que lo conforman, de crear los
mecanismos e instrumentos jurídicos que conduzcan a dicha garantía.
De igual manera, el artículo 27
de este Ordenamiento Constitucional, establece que corresponde a la Nación,
cuidar la conservación de los elementos naturales, para lograr el desarrollo
equilibrado del país y el mejoramiento de las condiciones de vida de la
población rural y urbana, premisa concatenada a la garantía fundamental
enunciada.
Aunque el relleno sanitario del
municipio tenga un cincuenta por ciento de avance en su modalidad y manejo de
residuos como lo declara Mario González Závala, eso no implica que los
habitantes de San Juan Chico en menos de un mes recuperen todo lo que años
atrás se ha deteriorado por causa del basurero. Además toda la atención está en
redimir el relleno sanitario para seguir confinando desechos, sin embargo,
ningún medio, ni las autoridades competentes han mencionado de qué manera se
restituirá a los pobladores de San Juan Chico ante la contaminación amenazante.
María Ramírez Blanco
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