viernes, 25 de noviembre de 2016

Investigadores del CUCiénega desarrollan cinco variedades de arroz

El Centro Universitario de la Ciénega (CUCiénega) participó en una investigación que ha generado el desarrollo de cinco nuevas variedades de arroz largo delgado, para que la producción de este alimento sea en el interior de México y que el consumo sea nacional para aminorar las importaciones de arroz de Estados Unidos.
Archivo. 
Uno de los profesores investigadores del CUCiénega que participó en el proyecto, Alberto Julián Valencia Botín, mencionó que la investigación la desarrollaron  durante cinco años y cuatro de las variedades de arroz ya fueron registradas:
“El proyecto son cinco años, termina en cinco años, ya las siguientes fases son cuestiones de los productores y de la industria. Hasta ahorita tengo entendido que cuatro de las variedades que se van a liberar ya están registradas, ya después los instructores son los que adoptan y cifran esos materiales para comenzar con la producción. La intención es que estos materiales de arroz sean de consumo nacional para aminorar las importaciones”.
Valencia Botín señaló que el proyecto fue planificado debido a la demanda que hay en México del arroz  largo y delgado. Los trabajos consistieron en desarrollar diferentes cruzas genéticas del producto cultivado en territorio nacional con otras especies del grano provenientes de Colombia, para buscar la posibilidad de que cada semilla incluyera más nutrientes naturales.
Con la generación de las cinco nuevas variedades de arroz habría beneficios para los consumidores y para el propio productor que realiza los trabajos de cultivo, así lo comentó el profesor investigador del CUCiénegea:
“El 75% del consumo de arroz tipo Sinaloa, que es largo, pues viene prácticamente de importaciones. El otro 25% es un arroz tipo Morelos, que también se conoce y se consume mucho para la zona del centro. Entonces si estos materiales, después de todos los años que se investigó, están adaptándose a las zonas de producción, entonces estamos esperando una gran inducción de importaciones. Por lo pronto, con ello habría beneficio propio para el consumidor mexicano y para el productor que es quien realmente hace todo”.

Valencia Botín señaló que el proyecto fue financiado por la SAGARPA y por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), y en él participaron investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, y además los investigadores del Instituto Politécnico Nacional y uno de los alumnos egresados de la licenciatura de Agrobiotecnología del CUCiénega.
Martín Navarro.

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